sábado, 2 de julio de 2011

Canal 9 te enseña a amar "la nostra Comunitat"

De vez en cuando me pongo Canal 9 para autoflagelarme. Menos mal que no tengo audímetro en casa.

Hoy ha sido uno de esos días. He cogido el informativo ya empezado, pero todo momento es bueno para descubrir las increíbles virtudes y maravillas de la nostra Comunitat ("la millor regió de Espanya, d'Europa i del món sencer", como diría nuestro querido Camps).



Las noticias que he tenido el placer de ver se centraban, cómo no, en la ingente cantidad de turistas que eligen cada verano las hermosas y masificadas playas de la nostra Comunitat para pasar el verano. Benidorm, esa ciudad atestada de tremendos mamotretos edificados y guiris borrachos, era la protagonista de dos noticias. La presentadora del informativo ha dado paso en directo a una periodista con cara de chica Canal 9 (¿no habéis notado que todas, TODAS sin excepción, tienen el mismo tipo de cara?) que estaba en la playa de Benidorm. Haciendo gala de la tremenda objetividad y neutralidad que suele manifestar esta cadena, la presentadora ha dicho algo así como "y como vemos, las vacaciones no podrían empezar de mejor manera, ¿verdad?". Todo eso con una sonrisa de oreja a oreja que poco más y le parte la cara en dos.

La periodista, también muy feliz y contenta, ha enumerado las incontables ventajas de veranear en Benidorm. Aquello parecía más la propaganda de Murcia, qué hermosa eres que una noticia de un informativo. Luego han emitido entrevistas a turistas, todos muy satisfechos de estar revolcándose en una playa en la que apenas pueden dar un paso sin pisar a alguien que toma el sol. Amigos, this is Benidorm. Turismo masificado = economía que sube como la espuma = prestigio para nuestro gobierno valenciano.

Todos sabemos que en Canal 9 sólo se dedican a poner por las nubes a la nostra Comunitat. Que si hemos recibido cientos de miles de banderas azules para las playas, que si el turismo ha crecido un 5% más respecto al año anterior (normal, la gente es más pobre y busca turismo más barato, cosa que es igual a Benidorm y compañía), que si los accesos a las playas hay "leves atascos" (y esa frase la acompañan con una imagen de una salida a la playa en la que no cabe ni un alfiler...). Tot preciós, filla!

Claro, luego todos aplaudimos locamente a Camps y a Rita cuando gritan como posesos que "la nostra Comunitat és la millor".



Pocas escenas más penosas he visto yo en mi vida que la que protagonizaron este par de diablillos cuando ganaron las elecciones autonómicas y municipales hace poco más de un mes. Ambos, en la sede del PP de Valencia, criticando -cómo no?- al PSOE, haciendo gala de su humildad y serenidad y atacando desesperadamente las copas de champán que traía la azafata. Todo en castellano, claro está, excepto la famosa coletilla de la nostra Comunitat. ¿Alguien entiende esa manía de los políticos valencianos de vomitar todo su discurso en castellano excepto ciertas palabras como Comunitat, la llengua valenciana o todos los valencians i valencianes?

Este curso fuimos de visita a Canal 9 con la clase. El profesor, que trabaja allí -y que me cae muy bien, todo hay que decirlo-, nos hizo una introducción antes de entrar al edificio en el que no pudo más que destacar la grandiosidad de las instalaciones (son más grandes que las de cualquier otra televisión autonómica de España, albergan no sé cuántos miles de trabajadores, etc.). A falta de virtudes profesionales, buenas son las del edificio, supongo.

Hicimos un recorrido por las diferentes secciones: producción, realización, un plató, redacción... Allí casi todo el mundo hablaba en castellano, tanto para saludarse por los pasillos como para trabajar en equipo. Incluso el director de la sección de deportes -en cuyo despacho entramos- se dirigió a nosotros con una emotiva charla en castellano. La verdad es que la nostra llengua, esa que tanto ama Camps, brillaba por su ausencia.

Casi todos los profesores que he tenido en la carrera de periodismo y que, a la vez, trabajan en Canal 9, se han mostrado disconformes con la política (lingüística y de descarada censura) que sigue esta cadena. Sin embargo ahí están, poniendo sus conocimientos al servicio de un sistema manipulador y sesgado. Por eso no me dan ninguna lástima los periodistas de Canal 9 que, a pie de calle, intentan conseguir declaraciones de peatones anónimos y éstos les contestan negativamente o les dan la espalda -todavía queda gente dura de pelar en la nostra Comunitat-.

En la última feria del libro de Valencia estaba yo tan tranquilamente leyendo una reseña en una caseta, cuando una reportera de Canal 9 se acercó a la mujer que yo tenía al lado y le preguntó, en castellano, si podía hacerle un par de preguntas. La mujer, educadamente y con la mayor parsimonia del mundo, le contestó: "Lo que podríeu fer seria deixar de manipular informació, bonica". La chica, que no sabía dónde meterse, le dijo que ella no tenía la culpa y que no se merecía que le respondiera así. La mujer habló: "Mira, ja sé que tu no tens la culpa, jo només et dic que això que esteu fent és vergonyós i inacceptable". La conversación duró unos segundos más en la misma línea.

La mujer pensaba que la reportera no tenía la culpa. Yo también lo creo, pero de lo que estoy segura es de que tiene la responsabilidad de no contribuir a ese circo engañabobos que es Canal 9. Como todos mis profesores, de nada sirve quejarse y estar en contra del lugar en el que trabajas si colaboras con él y haces que crezca, se enriquezca y cada vez tenga más fuerza para comerle la cabeza a la gente.

Sí. Canal 9 tiene unas infraestructuras envidiables. Lástima que se estén utilizando para fines tan deplorables.

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